Para lograrlo, debemos iniciar sencillas acciones cotidianas con las cuales dejar de depender de los demás para alcanzar ese preciado bienestar.
Quienes nos rodean no tienen la obligación de “abastecernos” de todo aquello que a nosotros nos falta.
Solo cuando nos mostramos ante el mundo como personas completas, sin miedos, sin vacíos o inseguridades alcanzaremos esa felicidad satisfactoria donde iniciar relaciones mas plenas.
Cuando te levantes por la mañana convéncete de que vas a hacer lo posible para que nada ni nadie te quite la calma, tu equilibrio.
Habla contigo mismo para recordarte que eres libre y responsable de ti mismo.